viernes, 15 de enero de 2010

“Humo y licor”

Sus ojos brillaban como constelaciones en el cielo, yo, sentada en una de las sillas de un ostentoso bar, fumaba con quietud mi cigarrillo, al ritmo que se cruzaban las miradas. Los labios de aquella criatura juvenil de cabellos negros llamaban a los míos en voz baja, un enorme vuelco sentía en las entrañas. Levanté la mano, y hablando de manera afable con el cantinero, solicité un whiskey con hielo. Los latidos de mi corazón tamboreaban por todo mí ser, la sangre surcaba con rapidez hasta llegar a la zona craneal. Su misteriosa mirada no se despegaba de mi rostro. Llegó el cantinero con mi bebida, la cual en un pestañeo engullí. Más cuán fue mi sorpresa, que al volver la mirada hacia donde se encontraba la bella criatura, ésta ya no estaba. Me incorporé a la atmósfera del lugar, los músicos tocaban delicadamente sus instrumentos. Del otro lado, las parejas se besaban, los amigos reían. Observé mí alrededor, esa persona no estaba, no existía. ¿Acaso habría sido una ilusión?. Tomé otro cigarrillo, al momento de prenderlo una figura se me acercó, y hablando con disimulo, me percaté de que era ella, mujer divina, amante de mis suspiros. Cerré los ojos, y sintiendo el aliento de su existencia, nos besamos, dejándonos llevar por los ríos de locura y licor que fluctuaban en ese instante.

viernes, 1 de enero de 2010

"La espera"

Soy la guardabosques de tus miedos,

leñadora de tus dichas infinitas,

guarda mis besos en el manto de tu sonrisa,

mis caricias, en los cajones de tu piel.


Hazle espacio a mi ternura

en la alcoba de tu mirada,

mi amor, en lo profundo de tu musculo sensorial.


Los pasos del tiempo no cesan,

muchas cosas existen por contarte,

abre las puertas y baja la marea,

princesa del altamar de mis sentidos,

oxígeno de mi alma enamorada.