con sabor a rosas
y olor a perfume de jade
dulce belleza mía,
contemplando el extenso cielo,
solo junto a ti,
sintiendo mis ojos vibrando
y desgastándose
al vislumbrar tu hermosura
con pupilas hambrientas de amor,
y sedientas de pasión;
envuélvete conmigo
y acariciados por el viento celestial
viajemos por el espacio exterior,
palmando las suaves estrellas
durmiendo en la luna,
acurrucados por la gravedad
de la locura existencial…
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