jueves, 26 de marzo de 2009

“El coco de la evocación”

Con un coco en la mano, lloro en la superficie de mi espíritu, aquel que perturbado por mi cognición ha comenzado una batalla en mis adentros, sobre las aguas serenas de mi alma; miro mi reflejo espeluznante ante el espejo de lo acontecido, autoflagelándome con cuchillos disfrazados de rosas de cristal y piedras con un aroma extrañamente mezclado con el desatino de mis sentidos; mi organismo se ha vuelto sombra, y ésta en un opúsculo del sonido, viajando a la luz de tus tristes pupilas, atrapada en las lamentaciones y pesadillas de mi soledad…

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